Al día siguiente comenzamos el camino. Salimos en coche hasta Sarria, y caminamos hasta Portomarín, donde finalizó la primera etapa. Volvimos a Samos de nuevo en coche, tuvimos misa, cenamos y dormimos otra vez en el monasterio. Ya era día 4, y tocaba realizar la etapa desde Portomarín hasta Palas de Rei, y eso hicimos.
Después de dos noches durmiendo en camas, tuvimos que descansar en Palas de Rei sobre colchonetas en un polideportivo municipal, pero eso no importaba, pues el cansancio podía con todo.
Después de dormir mejor de lo que pensamos, fuimos caminando hasta Arzúa, el penúltimo pueblo. El día 6, según lo previsto, llegamos a Santiago.
Hasta el día 8 que regresamos a Pamplona, pudimos visitar la catedral, cenar en Casa Manolo, hacer deporte en La Estila, y muchas cosas más.
Una gran convivencia con muy buena gente, digna de repetir el año que viene.
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